Día 4: Etretat y Fecamp

El primer destino del día era ETRETAT en plena costa normanda, no era un buen día ya que al ser domingo y un sitio de costa, el pueblo se fue llenando a medida que pasaba la mañana, pero según ruta tocaba hoy y no nos era posible cambiarlo.

Etretat está a 1’15 horas de Rouen, así que bien prontito ya estábamos allí, fuimos directos a la playa, una playa de piedrecillas con una pendiente enorme; a esas horas había marea baja.

Lo que se suele venir a visitar aquí, son unas rocas denominadas “la porte y l’aguille” (la puerta y la aguja), que están en lo que se denomina la "FALAISE D'AVAL", que queda a la parte izquierda de la playa.


A los pies de la roca (Falaise d’Aval) se puede pasar a la otra parte por un agujero a través de la roca, lo que pasa que una vez en la otra parte, si se quiere bajar es por una cuerda de nudos, nosotros no bajamos, así que volvimos sobre nuestros pasos hacia la playa. Esto sólo se puede hacer en marea baja.

Para obtener las mejores vistas, hay que subir a la Falaise d’Amont (que queda a la parte derecha de la playa), arriba está la iglesia Notre Dame de La Garde; y desde allí se obtienen las mejores vistas. Y allí que nos fuimos. Hay un buen paseíto, pero las vistas merecen la pena, decir que también se puede llegar en coche, pero ni idea de donde parte la carretera.

 

Bajamos y tras un descanso accedimos a la parte superior de la Falaise d’Aval, y desde aquí como suele suceder, pierde todo su encanto, ya que al estar arriba no ves nada de esa parte y la otra no es de tanta belleza. Había que seguir caminando un buen rato para poder obtener la buena panorámica, pero ya hacía mucho calor, así que decidimos volver a la playa.

Cuando llegamos por la mañana la temperatura era muy agradable, pero hacia mediodía el sol calentaba bastante, se salvaba algo porque hacia el airecillo fresquito, pero aun así hacía bastante calor.

Una vez bajo, nos fuimos al centro del pueblo a dar una vueltecilla, pero tenía poco que ver, tan solo un antiguo mercado totalmente de madera, que fue hospital militar durante la guerra y actualmente es una zona de tiendas; como aún era pronto para comer, decidimos ir a FECAMP, que son sólo 20 minutos en coche, como al llegar ya iba siendo hora de comer fuimos hasta un mirador donde nos comimos unos bocatas.

Aquí habíamos venido a ver le “Palais Benedectine”, que por aquella zona es bastante famoso por su licor, el palacio no está mal pero lo malo que es que aunque en su página web ponía que incluía una degustación, cuando pagas la entrada te lo crees porque te dan una ficha, pero cuando a la salida vas a por tu licor, te dicen que pases por caja; eso no nos gustó nada. Así que aunque el sitio no estaba mal, con este detalle hace que uno se quede con mal sabor de boca.


Ya no volvimos a Etretat, porque aún nos quedaba 1 hora para llegar a Rouen y había que hacer la maleta, que mañana cambiábamos de hotel.

Conclusión: Etretat nos gustó mucho y Fecamp ya no tanto.

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